Pues sí. Tengo muchas cosas buenas que contar, experiencias excepcionales e inimaginables, ideas que me rondan la cabeza cuando estoy con Chip y Chop, pero de vez en cuando además de cal, hay arena.
Hoy quiero hablaros de los "efectos secundarios" de tener mellizos. Que el cansancio es una constante, eso no hay ni qué decirlo, pero es cierto que se va llevando medio en condiciones. Para mí, lo peor son los achaques que van surgiendo sumados a algunos que quedaron del parto. Leo por ahí que hasta un año o año y pico después del parto no estás recolocada, así que no voy a perder la esperanza.
- Dolor de espalda: en todas sus acepciones, centímetros y formas.
- Aún tengo un dolor residual de los pinchazos de la epidural que se notan sobre todo al agacharme o estar tumabada boca arriba. Siento como si tuviera un cardenal en las vértebras.
- Contracturas: creo que todas. Cervicales, dorsales, lumbares... Toda mi espalda es una contractura en sí, lo que provoca que el poco descanso que tengo sea complicado e incómodo. Consejo: mucho ojo con la postura a la hora de dar el pecho, porque no le damos mucha importancia y al final pasa factura, y antes de lo que pensamos.
- Tendinitis en las muñecas: andar cogiendo y dejando a los peques me tiene las manos doloridas y las muñecas abiertas, y el dolor se está extendiendo al codo.
- Los huesos: no sé qué pasa, pero la cadera está hecha cisco, casi como en la recta final del embarazo, que no podía dormir tranquila de la presión que sentía en los huesos. Muchos me dicen que es porque están recolocándose... Será eso, no sé.
- Caída del pelo: impresionante. De buenas a primeras empieza a caerse el pelo que me hace plantearme cuál es la media de cabellos en la cabeza de un humano, porque a estas alturas debería estar calva. Lo gracioso es que no sé la causa porque como bien, dieta equilibrada, etcétera, etcétera.
Hace unos días fui al médico alertada por esta decadencia y su repsuesta fue "hija, qué quieres, son dos". Y me recetó hierro y a casita.
Así visto parece el final de mi existencia, pero más o menos se sobrelleva, sobre todo cuando en mitad de una toma, con el cuello retorcido, Chop girándose sola en el otro lado de la cama (¿cómo ha llegado allí?), y habiendo dormido apenas dos horas, te devuelven esas preciosas sonrisas y un aguuu que te hace olvidarte de todo.